Tejiendo el futuro

Yo, Luna, quiero contarte que del día en que presencié un encuentro extraordinario.

Ocurrió durante una noche en la que, mientras dormía, una joven se encontró con su otro yo, una versión que venía del futuro para revelarle una verdad sobre sus creaciones.

«Te he buscado a través del tiempo», dijo la mujer del futuro, quien se encontraba sentada en una silla de su misma habitación; sus manos acariciando la lana de un abrigo recién tejido. «Necesitaba decirte que tus decisiones de hoy serán algo más que solo moda». Sus ojos brillaban con la sabiduría que solo el tiempo suele otorgar.

La mujer del presente observaba atenta mientras su otro yo le mostraba imágenes de un futuro donde la moda había devastado el planeta.

«Pero tus prendas», continuó la visitante, «la tierra de tu granja, tus ovejas, tu decisión de respetar los ciclos naturales… todo eso inspiró un cambio»

Entre las sombras de un molino, las dos contemplaron un abrigo. «Esta prenda», explicó la mujer del futuro, «no es solo un abrigo. Es una lección sobre cómo crear sin destruir, cómo diseñar sin herir la tierra».

«¿Entonces nuestro trabajo…?», comenzó a preguntar la mujer del presente. «Sí», respondió su otro yo, «cada prenda que creas se convierte en un ejemplo. Cada colección demuestra que la verdadera belleza nace del respeto por el planeta. En mi tiempo, muchas personas han aprendido esta lección».

Mientras las ovejas pastaban bajo mi luz plateada, la mujer del futuro compartió historias de cómo cada decisión —la lana tejida a mano, los tintes naturales, la producción limitada— había ayudado a transformar la industria. «No lo sabes aún», susurró, «pero tejes algo más grande que solamente ropa: tejes esperanza».

Antes de desaparecer con los primeros rayos del sol, la visitante dejó un último mensaje: «Continúa creando con consciencia. Cada prenda que nace de tus manos es una promesa cumplida con la tierra».

Al despertar, la mujer del presente encontró el abrigo sobre una mesa de su habitación, aunque no recordaba haberlo terminado. En sus pliegues descubrió una nota escrita con su propia letra, pero con trazos que lucían más viejos: «El futuro se teje con los hilos del presente».

Y yo, testigo de los ciclos del tiempo, sigo iluminando su trabajo cada noche, sabiendo que en sus manos la moda se convierte en un puente entre el presente y un futuro donde la belleza y la sustentabilidad son la misma cosa.

Proceso

Para nuestra Colaboración 42 hemos vuelto a invitar a Wright + Doyle la marca independiente británica de moda que nos fascina por diseños que ponen en primer plano a las personas, al tiempo y a nuestro planeta.

Desde su granja en el campo inglés, Izabella Doyle y Matthew Wright han construido una marca que respira al ritmo de la naturaleza. Su filosofía trasciende la simple creación de ropa: cada prenda cuenta la historia de un ciclo completo, desde la crianza de ovejas hasta la confección artesanal.

Este compromiso con la tierra se materializa en su colección otoño-invierno 2024 a través de una colaboración con Daniel Harris, maestro tejedor inglés.

En un antiguo molino restaurado en Gales, Harris ha desarrollado telas exclusivas que honran las tradiciones textiles británicas. La lana inglesa y el algodón índigo twill emergen de este proceso como testimonios de una manufactura que respeta los tiempos de la naturaleza.

«Cada pieza debe tener un propósito», reflexiona Izabella. «Antes de crear algo nuevo, me pregunto: ¿Lo necesitamos? ¿Perdurará? ¿Se convertirá en un elemento querido del guardarropa?»

Esta filosofía se plasma en prendas como el Baptiste Jacket y el Lozere Trousers, confeccionados con lana tejida a mano en Gales; o el Tirage Coat, que combina lana y cashmere en una proporción estudiada para maximizar la durabilidad.

La colección abraza la idea de que la verdadera sustentabiidad radica en la longevidad. Cada detalle técnico —los cuellos ajustables, los bolsillos de doble apertura— surge de una reflexión profunda sobre el uso de las prendas. La marca evita las producciones masivas, de ahí que cada pieza reciba la atención meticulosa que merece un objeto hecho para durar.

En Loona, nos enorgullece presentar estas prendas que desafían el ritmo acelerado de la moda contemporánea. Wright + Doyle ha creado una colección que celebra la paciencia: la del tejedor que desarrolla una tela perfecta, la del sastre que domina cada puntada, la de la naturaleza que produce las fibras más nobles.

A través de esta Colaboración, reafirmamos nuestro compromiso con una moda que mira hacia el futuro mientras honra el pasado. Prendas como las que les presentamos en esta ocasión transmiten un mensaje claro: la verdadera innovación en la moda actual radica en redescubrir nuestra conexión con la tierra y en crear piezas que merezcan ser heredadas por las generaciones futuras.