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PRESENTA

Beatriz Palacios

Fragmentos minerales

Yo, Luna, quiero preguntarte: ¿qué sería de la vida en los mares si mi presencia no provocara que la marea subiera y bajara?

A pesar de que me veas tan lejos, y aunque a veces te parezca que somos muy distantes, estoy vinculada contigo.

Yo, Luna, quiero contarte una historia que en los últimos años han emprendido los orfebres que con su fuego transforman pequeños fragmentos minerales.

Su trabajo ha tomado como ejemplo mis ciclos naturales. Los he visto. Admiro cómo se empeñan en reciclar, reutilizar y transformar la materia.

Los he seguido. Estos artesanos, como Beatriz Palacios, han buscado materiales como la plata y el oro en calles y en lugares olvidados, para crear sin tener que regresar a las entrañas de la Tierra y lastimarla.

Los observo. Sus manos han encontrado la forma de no descuidar ni desperdiciar ningún fragmento de estos metales.

Quiero decirte que su trabajo toma como ejemplo los ciclos del agua, del oxígeno y de los nutrientes; son procesos que fluyen cíclicamente.

Estos artesanos saben que, al inicio de los tiempos, yo, Luna, fui testigo del nacimiento del magma que dio origen a los minerales. También he escuchado desde aquí a algunas estrellas hablar. Me cuentan historias sobre una pequeña nube cósmica que viajaba por el universo. Me han dicho que la responsable de hacer que surgieran cada una de las partes que hoy forman las redes de la vida fue una minúscula concentración de partículas que recorría la inmensidad de la galaxia.

Volvamos a la Tierra. Los maestros de manos diestras de los que te hablo proponen —igual que yo— un ciclo de renovación constante. En ese sentido, me identifico con la pequeña gota de agua a la que frecuentemente veo evaporarse para subir al cielo y volverse nube; la misma a la que después observo cuando se enfría para regresar al suelo y regar los campos que cultivas y refrescar los bosques por los que caminas.

La fuerza de esta gota y de sus compañeras doblega a las hojas de los árboles. Desde aquí, arriba, pongo atención a los valles y selvas, donde esas hojas caídas forman una alfombra casi mágica. Si no fuera por ella, la gota —que refresca y da vida— lastimaría el suelo que te da frutos, alimentos y alegría. También veo, conforme pasa el tiempo, a esas hojas hundirse en el suelo para transformarse en nutrientes y reintegrarse al ciclo de la vida.

Te quiero preguntar por qué lo has olvidado; te quiero recordar que nuestra vida se define en ciclos que debemos cuidar y valorar, como lo hacen los orfebres de quienes ya te he platicado.

Proceso

La diseñadora española Beatriz Palacios se sintió muy atraída a las antigüedades desde que era niña: “Las he recuperado desde que tengo memoria y de todas partes; de mercadillos, de tiendas…”, cuenta en entrevista. Así que, resultaba natural que las combinara con su otra gran pasión de infancia: “Destrozaba esos hallazgos y hacía mis propias joyas”, recuerda sobre sus inicios en el mundo de la joyería.

Hoy, convertida en una adulta y fundadora de la marca que lleva su nombre y apellido (creada en Madrid en 2011), ha retomado aquel proceso con el que se permitía jugar a crear sus accesorios. Lo hace ahora de una manera distinta —más profesional— pero manteniendo el espíritu de experimentación. El resultado ha desembocado en la creación de “Sustained”, línea de su firma lanzada en abril de este año.

Como su nombre en inglés lo indica, se trata de un proyecto que gira alrededor de la sostenibilidad. Un concepto que, en la práctica, es ejercido a través de la incorporación en el diseño de procesos como el reciclaje de materiales y la reutilización de piezas (esta última, una práctica conocida en el sector como upcycling). “Ha llegado para quedarse”, dice Beatriz para dejar claro que hablar de “Sustained” no es hablar de una sola colección, sino de un proyecto con miras más amplias.

Oídos abiertos a nuevas ideas

“Tengo un montón de collares antiguos, de los años 70”, cuenta Beatriz emocionada frente a la pantalla del Zoom, durante la plática que mantiene con nosotros desde su estudio en Madrid. El ánimo está justificado: se trata de la materia prima con la que ha sido posible desarrollar una serie de ear cuffs que surgen a partir de un gesto sumamente sencillo pero radical: un corte a los eslabones de los collares como los que nos muestra en el monitor. Cada corte es distinto y, por lo tanto, cada pieza es única. En términos estéticos son joyas que, aunque jóvenes, tienen todos los elementos para alcanzar el estatus de icónicas. Accesorios que permiten hacer una declaración de estilo a primera vista.

Son creaciones que mantienen el espíritu de la línea en todos los detalles. A cada pieza se le han añadido bordes con una plata que Beatriz ha guardado en su taller desde hace 10 años . “Es producto de los restos que obtenemos de limar y cortar otras piezas”, dice, “Y, cuando los acumulas, es mucho”.

Que este material pueda ser empleado en las nuevas piezas se debe a que es reciclado en un taller en Madrid que la diseñadora encontró durante el proceso de desarrollo de la línea.

“Sustained” es producto de una labor completamente artesanal. Cada pieza es elaborada de esta manera en Madrid en el taller de Beatriz donde, junto a ella, trabajan otras dos personas: un maestro joyero —que ha formado a la propia diseñadora— y una esmaltista.

Los ear cuffs de “Sustained” también representan la meta de una carrera de fondo llevada a cabo por Beatriz durante un año, que atravesó por etapas como la conceptualización, la elaboración de prototipos o la ejecución. “Siempre quise hacer un proyecto así pero me enfrentaba a varias barreras”, cuenta sobre los retos del proyecto: “Quería algo que fuera sostenible, que fuera asequible y que, sobre todo, pudiera ser reproducido en varias unidades”.

También es hermoso. Además de España, las piezas han generado el entusiasmo de clientas de países como Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Londres.

Esta temporada, las piezas de “Sustained” son las protagonistas de la Colaboración Dos de Loona: una decena de modelos de ear cuffs en colores que van del amarillo al negro, pasando por el naranja y el marfil. Piezas que desafían convencionalismos del mundo de la joyería y que aportan argumentos sobre la importancia de entablar un proceso creativo diferente; uno que sea más responsable y respetuoso con los recursos del planeta.

Colaboradores

Beatriz Palacios

La diseñadora madrileña Beatriz Palacios se formó como ingeniera de minas en la Universidad Politécnica de Madrid, antes de virar su rumbo profesional hacia un destino más “brillante”. En 2011 fundó su marca homónima de joyería, bajo la cual presenta piezas artesanales, diseñadas y elaboradas en su taller de Madrid, cuya inspiración va de los movimientos artísticos y de diseño del siglo XX a las formas de la naturaleza. Sus creaciones están disponibles en países como Japón, Corea del Sur o Londres.

 

Lourdes Cabrera

A través de su lente, Lourdes explora conceptos de identidad, pertenencia e interacciones  entre los seres humanos. Le interesan las grandes historias que se esconden detrás de las pequeñas. Encontrando en la vida cotidiana grandes misterios, que hila sutilmente para construir nuevas vías de conexión. Su lenguaje narrativo está lleno de honestidad e intimidad, y es muy cercano a la poesía. Vive y trabaja entre España e Italia .

Compra la colección

Sustained por Beatriz Palacios

Ear cuffs con plata reciclada chapada en oro.

Hecho a mano en España.

Edición limitada.