Vestiduras del alma

Yo, Luna, quiero contarte una historia que ocurrió en otro tiempo, antiguo y ya olvidado, cuando los seres humanos y el planeta enfrentaron una amenaza que ponía en peligro su propia esencia.

En ese entonces, las sombras vagaban por la tierra, buscando robar la luz interior de cada persona, esa chispa que los definía y los conectaba a su verdadero ser.

En esa época también vivía una comunidad de artesanos en un pequeño pueblo de la India. Este no era un grupo ordinario; poseían un conocimiento ancestral sobre cómo los tejidos y los colores podían proteger y preservar el alma humana. Además, tenían profundos saberes en astrología y alquimia, y un entendimiento místico de las energías naturales, lo que les permitía infundir aún más poder a sus creaciones. En respuesta a la creciente amenaza de estas sombras, los artesanos se dedicaron a una misión: crear ropa que, además de cubrir el cuerpo, protegiera la esencia de quienes la portaban.

Utilizando técnicas que habían sido pasadas de generación en generación, estos artesanos seleccionaron cuidadosamente materiales naturales, cada uno imbuido de propiedades especiales. Tejían sus prendas completamente a mano, infundiéndolas con símbolos e intenciones de protección y preservación. Los colores, derivados de plantas y minerales, embellecían las telas, y también actuaban como poderosos amuletos.

De este modo, las prendas creadas en aquel pueblo lejano eran en realidad escudos que recordaban a quienes las llevaban quiénes eran realmente. Quienes las usaban sentían una renovación de su fuerza interior y una conexión más profunda con su esencia auténtica.

A medida que la noticia de estos textiles se esparció, las personas de regiones cercanas comenzaron a llegar al pueblo, buscando protección y sabiduría. Pronto, la aldea se convirtió en un sitio al que acudir por un poco de esperanza. Quienes vestían estas prendas inspiraban a otros a recordar y proteger su propia luz, creando una cadena que fortalecía la comunidad y repelía las sombras.

La aldea, una vez en peligro de ser consumida por la oscuridad, floreció bajo la protección de sus artesanos. Se convirtió en un testimonio viviente del poder de la tradición, la artesanía y la conexión profunda con nuestras raíces y nuestra esencia.

Yo, Luna, te cuento esta historia para mostrarte cómo los artesanos de aquel tiempo nos enseñaron que lo que vestimos también puede ser un recordatorio de quiénes somos, de nuestra herencia y de lo que somos capaces de proteger y cultivar.

Proceso

En Loona creemos firmemente que la moda debe ser algo más que solo vernos bien: también debe hacer el bien. Por ello, en nuestra Colaboración 37, estamos muy orgullosos de unir fuerzas con RaasLeela, marca que celebra la artesanía tradicional de la India en fabulosas prendas cosidas a mano y libres de tintes y blanqueadores.

Fundada en 2013 por Hetal Shrivastav, graduada del NIFT Gandhinagar, una de las instituciones líderes en India dedicada a la educación en moda, esta firma se ha comprometido desde sus inicios a transformar el respeto por las artesanías tradicionales en una práctica empresarial sustentable, reparando, conservando y consumiendo menos, siguiendo prácticas amigables con el medioambiente.

«Lo que me inspira es hacer cosas significativas que impacten positivamente la vida de las personas”, afirma Hetal, “quiero que cada producto que creamos no solo sea hermoso, sino que también esté lleno de significado y ética».

Cada producto de RaasLeela es completamente cosido a mano, utilizando técnicas ancestrales de costura de Gujarat. Esta región es famosa por su rica tradición en artesanías textiles, en donde destacan técnicas como el bordado Kutch y Saurashtra, donde se emplean patrones complejos y a menudo se incorporan elementos como espejos y cuentas.

Además de mostrar la habilidad y el detalle artesanal, estos métodos también son un testimonio vivo del patrimonio cultural de la zona. En RaasLeela, además, estos procesos se realizan sin el uso de tintes o blanqueadores; destacan así la belleza de los materiales en su estado más puro y manteniendo la integridad del impacto ambiental mínimo.

Utilizando técnicas de teñido natural y optimizando el uso de materiales reciclados, esta colección es un tributo a la artesanía y un compromiso palpable con la sustentabilidad del planeta. «Cada pieza que diseñamos lleva consigo una historia de dedicación y cuidado, celebrando la tradición y la innovación», nos dice Hetal sobre las prendas de esta Colaboración

Además, para la colección que presenta con nosotros, la marca ha adoptado un enfoque innovador al optar por trabajar con pequeños restos de tejido Kora, un algodón crudo y sin procesar que conserva su color natural y textura original. Estos fragmentos, que inicialmente no podían unirse para formar telas completas debido a su tamaño y al costo elevado que implicaría unirlos y ensamblarlos, encontraron una solución creativa y sustentable.

Gracias al teñido con Kasim, un tinte natural que minimiza el desperdicio de agua, la marca fue capaz de transformar estos fragmentos en materiales más vibrantes y visualmente atractivos, sin perder su compromiso con el medioambiente, como lo explica Hetal: “El teñido con Kasim no solo realza los fragmentos de Kora, sino que también introduce nuevas prácticas en nuestro taller, como la pintura a mano y la impresión. Este proceso transforma los restos en piezas únicas, añadiendo una dimensión estética y funcional a la colección que presentamos en México para Loona”.

A más de una década de fundada, la trayectoria de la marca destaca hoy tanto por sus desafíos como por sus éxitos. RaasLeela ha superado la resistencia inicial del mercado y ha desarrollado un enfoque que valora la belleza de las imperfecciones. «Aprendimos a ser una marca sustentable; convertimos nuestras limitaciones en oportunidades, celebrando cada irregularidad como un rasgo de distinción», explica la fundadora sobre el proceso creativo.

Hetal ve en sus artesanos portadores de historias y tradiciones que se reflejan en cada puntada. «Ellos son mi inspiración, y cada prenda que producimos es un homenaje a su habilidad y a su espíritu», afirma.

Es así como, desde la India, esta Colaboración nos invita a experimentar la alegría de adquirir piezas que no solo visten el cuerpo, sino que también narran historias y preservan culturas. «Lo que hacemos en RaasLeela tiene que ser la manera más eficiente y consciente de producir, respetando tanto el arte como al artesano y al medioambiente», dice Hetal.

Por último, Hetal añade un mensaje especial sobre la llegada de RaasLeela a México con Loona: «Lo que más disfrutan los artesanos en RaasLeela es compartir su historia. Aunque inicialmente no son muy abiertos al respecto, una vez que se dan cuenta de que los demás respetan y valoran su trabajo, se sienten realmente orgullosos y felices de hablar sobre ellos y sus historias. Estamos muy emocionados de compartir estas historias con el nuevo mercado en México y esperamos que los clientes de Loona aprecien y valoren profundamente nuestro trabajo».