El ritual de la noche

Yo, Luna, quiero contarte sobre un ritual que presencié en la hora más silenciosa de la noche.

Recuerdo ver a algunos artesanos dispersos por Italia que, sin conocerse entre sí, despertaron a la misma hora, en la madrugada. Todos sintieron la misma llamada bajo mi luz. En Toscana, Veneto, Padua y Londres, comenzaron a trabajar al mismo tiempo, como si una energía invisible los conectara.

Poseían el poder de despertar los textiles dormidos. Tomaban lana olvidada y, con rituales invocados bajo mi resplandor, le devolvían la vida.

Veía a esos textiles renacer: primero como hilos que absorbían mi esencia, después como telas que respiraban con un propósito sagrado.

En Padua, un hombre viejo tallaba botones de nuez mientras cantaba invocaciones antiguas.

Cada pieza que completaban llevaba grabada la protección de mi luz, para sellar la esencia de las personas que los usarían.

En Veneto, una familia hilaba algodón orgánico con las mismas técnicas que sus ancestros habían aprendido de los ciclos lunares.

Todos trabajaban con la certeza de crear algo más que ropa. Eran guardianes de la esencia humana, prendas que protegerían el alma verdadera de quien las vistiera.

Cuando el ritual terminó al amanecer, las prendas habían absorbido mi poder protector. Habían tejido mi energía menguante en cada fibra, asegurándose de que quien las usara conservara su esencia intacta, sin importar el mundo exterior.

Ahora esperan a sus elegidos, personas que entiendan que llevan consigo más que abrigo: portan escudos para el alma.

Proceso

Este mes, les presentamos una nueva Colaboración con Sono, la marca británica de moda independiente y sustentable creada por Stephanie Oberg y Simon Homes. Se trata de una firma que ha estado con nosotros desde el inicio y a la que seguimos invitando por el enfoque que tienen hacia la moda y el diseño.

En esta ocasión, hemos seleccionado piezas de su colección otoño-invierno 2025 que reflejan la evolución constante de su filosofía: crear ropa que perdure tanto en su estilo como en la conexión emocional que genera con quienes la usan.

Esta colección representa un nuevo capítulo en la búsqueda continua de Stephanie y Simon por demostrar que «es posible crear y fabricar ropa de diseñador dentro de la estructura estacional sin compromisos a ningún nivel».

Como siempre han afirmado: «La verdadera sustentabilidad llega cuando compras algo y dura para toda la vida. Ese es nuestro objetivo».

Para otoño-invierno 2025, los diseñadores han profundizado en su enfoque utilitario, pero sin perder de vista la belleza. «Queremos hacer piezas que a la gente le apasione usar y que quieran conservar», explican.

Esta temporada presenta siluetas amplias y funcionales: overshirts con construcción tipo chamarra, joggers oversized con cortes curvos, jeans de tiro largo con amplios bolsillos traseros y chamarras tipo bomber con forro completo.

Los materiales cuentan historias de regeneración y cuidado. Por ejemplo, los jeans JAH están confeccionados con denim de algodón orgánico 100% sin tratar ni blanquear, tejido en la región italiana de Lombardía y teñido con pigmentos naturales en Londres mediante un proceso de agua limpia.

Los joggers JAMIE y la bomber BO utilizan lana 100% reciclada, tejida en Toscana a partir de prendas de punto no deseadas que son lavadas, trituradas y rehiladas.

«Tenemos un proceso de diseño responsable y holístico que no puede olvidar ningún elemento, desde el cultivo de la materia prima, el origen de cada elemento, hasta las personas que se encargan de coser cada prenda», reafirman los diseñadores. Cada botón de nuez de corozo tallado en Padua, Italia, cada cremallera de latón reciclado suizo libre de galvanización, cada forro de algodón orgánico, responde a esta filosofía.

El jumper JAKO combina 70% lana orgánica con 30% alpaca superfina, hilado en Biella, Italia, con energía hidroeléctrica 100% verde. La chamarra JOJO mezcla lino y lana, mientras que la camisa SHAKA está confeccionada en sarga de algodón orgánico cepillado, tejida exclusivamente para Sono por un pequeño molino familiar en Veneto.

«Frente al aumento de los costos de las materias primas, la mayoría de los diseñadores recurren a alternativas más baratas. Creemos que tenemos que consumir de manera más responsable, comprando solo lo que realmente amamos y por lo que sentimos una verdadera pasión», reflexionan Stephanie y Simon sobre esta nueva entrega.

La paleta de esta temporada habla en tonos tierra, piedra y negros, con acentos oscuros que recuerdan su constante búsqueda de colores que envejezcan con dignidad. Son piezas diseñadas para funcionar juntas y construir sobre lo ya existente en el guardarropa, siguiendo su filosofía de «entender las piezas como si fueran ladrillos que se colocan sobre lo que ya se ha construido».

Esta nueva Colaboración reafirma por qué seguimos siendo atraídos por la visión de Sono: porque han encontrado la manera de hacer las cosas a su manera, de forma responsable y consciente, recordándonos que otra forma de vestir es posible.