La belleza de un tesoro

Yo, Luna, quiero contarte de la noche en la que tres mujeres descubrieron un tesoro.

Vivían en una ciudad que era famosa por tener una enorme casa que estaba abandonada y a la que nadie quería entrar.

Una noche, las tres amigas decidieron aventurarse y explorarla. Me pidieron ayuda, por si algo les pasaba, y acepté acompañarlas con mi luz durante su aventura.

Las mujeres entraron y, lámpara en mano, comenzaron a moverse, escuchando el crujido de los pisos de madera mientras avanzaban.

—”Aquí realmente no hay nada”, dijo una de ellas.
—”Sigamos”, contestó otra.

Subieron por unas escaleras de madera que las llevaron al segundo piso y caminaron por un pasillo con telarañas en el techo. De pronto vieron una luz que escurría por el piso de una de las habitaciones. Era distinta a la luz de un foco o una vela. La puerta temblaba, como si se moviera por sí sola, y ellas la empujaron hasta abrirla.

Al entrar descubrieron decenas de rollos de telas brillantes, con colores y diseños fantásticos, con texturas y patrones de flores, naturaleza y animales. Estaban esparcidas por todo el lugar.

—”Es un tesoro”, dijo una de ellas.

Tomaron todo lo que pudieron y se dirigieron a casa.

A la mañana siguiente continuaron admirando la belleza de las telas y siguieron sorprendidas por lo que habían visto.

Por la noche, le hablé en sueños a una de ellas y le hablé sobre lo que tenía que hacer con ellas. “Son telas de todo el mundo. Junta todas las que puedas y únelas en una sola prenda”, le dije.

La mujer le contó a sus amigas sobre el sueño y durante semanas se dedicaron a crear y confeccionar el diseño que yo misma les sugerí. Al terminarlas quise tomarlo para mí. Ellas aceptaron .

Hoy, nuestras creaciones viven en la Luna.

Proceso

La historia de nuestra Colaboración 22 inicia con el encuentro entre Sharon Drijanski, fundadora de Loona, y María Dolores Uribe, creadora de Studio84, un showroom de diseño de interiores que presenta en México a algunas de las firmas más importantes del rubro, como Jim Thompson o C&C Milano.

Al encontrarse, Maria Dolores le contó que tenía muchísima tela de tapicería de colecciones pasadas que iría a la basura. De inmediato, Sharon pensó en darle una nueva vida a esos materiales: “Son pedazos y muestras de las telas más bonitas del mundo; se habían usado para interiorismo de distintos proyectos, pero ya no se podía hacer nada con ellas, y estaban en un cuarto”.

María Dolores pone en contexto esta materia prima: “Las telas que se usaron para esta Colaboración son telas de diferentes marcas europeas que se usan especialmente para telas de tapicería y productos especiales para diseño de interiores”. A lo que Sharon añade: “Cuando me lo dijo, pensé que una diseñadora mexicana tenía que hacer algo con ellas”.

Entonces Sharon llamó a la reconocida Lorena Saravia, quien de inmediato aceptó la propuesta. Fue algo totalmente nuevo para la diseñadora, como lo afirma: “Soy una persona muy estructurada y analítica. Nunca tengo merma de materiales. Para mí, la merma es algo que te estanca energéticamente así que calculo todo superbien”.

Posteriormente, Saravia llevó todo el material a su taller donde se le dio forma a las piezas finales de la colección. “Construimos un kimono con varios cortes. Una especie de patchwork. Tuvimos que encontrar ciertos balances para que estas telas tuvieran un peso equilibrado en la parte delantera y la de atrás. Fue como armar un rompecabezas con las combinaciones de diferentes materiales y colores”, cuenta Lorena sobre esta Colaboración y añade que también resultó una novedad en cuanto a su visión del diseño: “Soy muy monocromática y uso una paleta de colores super definida. Cuando vi lo que teníamos encontré un océano de colores. Fue muy interesante ver como mi cabeza tan ‘cuadrada’ se fue mezclando en otro universo”.

Para unificar esta Colaboración, sin embargo, Lorena añadió un forro de satín interior que es un sello distintivo de este proyecto, y apunta que estas piezas formarán parte del evento de presentación de la colección de temporada de su marca, donde ante compradores y medios especializados mostrará su incursión en el suprarreciclaje.

Sobre el resultado de esta colaboración, María Dolores es clara: “Me llena de mucha ilusión ya que se le sigue dando vida a estos productos pero en algo muy diferente. Estas muestras las tenía guardadas y no sabía qué hacer con ellas ya que muchas cosas estaban fuera de colección. Quería usarlas en algo especial, así que cuando Sharon me contó de Loona, me emocioné. Sabía que ese era el proyecto perfecto.”

Por su parte, Sharon también está satisfecha con el resultado: “Al final del día, lo que quiero es que todos los diseñadores hagan algo con Loona, cada quien desde su trinchera, para que la gente que los sigue conozca este universo y empiecen a dialogar y a explorar sobre la importancia de la sustentabilidad”.