El hilo del bosque

Yo, Luna, quiero contarte una historia que ocurrió en un lugar lejano…

En aquel pueblo existía un pequeño taller, escondido entre las calles de una ciudad antigua. Era un espacio mágico, donde las telas cobraban vida.

En aquel tiempo, existía una mujer que desde niña había aprendido el arte de la costura de su abuela, una sabia artesana. Poseía un don especial: podía plasmar en cada hilo y en cada tejido la esencia de la naturaleza. Con sus manos entrelazaba la magia de las plantas y la tierra en cada pieza que creaba.Un día, mientras recolectaba hierbas en el bosque, descubrió un hilo dorado especial, que nacía de las raíces de un antiguo árbol. Este hilo, que contenía la sabiduría de la tierra, podía de revelar el destino de las personas.

Maravillada por su descubrimiento, comenzó a crear prendas con este material mágico, utilizando telas tejidas con fibras de plantas y teñidas con pigmentos extraídos de flores y frutos. Cada pieza era una obra de arte, con colores que evocaban la riqueza de los bosques, la tranquilidad de los lagos y la belleza de los campos. Quienes las vestían sentían que se conectaban profundamente con la naturaleza y encontraban su lugar en el ciclo de la vida.

Pronto, la noticia de estas prendas mágicas se extendió por todo el mundo. Personas de todos los rincones del planeta acudían al pequeño taller, ansiosas por experimentar la transformación que prometían estas creaciones.

Sin embargo, cuando el hilo cayó en las manos equivocadas, un hechicero que deseaba manipular los destinos de otros, la artesana supo que debía actuar. Emprendió una búsqueda para recuperar el hilo y evitar que fuera utilizado para fines malignos.

A lo largo de su viaje se adentró en los bosques secretos y escaló las montañas más altas, buscando la ayuda de los espíritus de la naturaleza. Con su guía, recuperó el hilo y, con él, el equilibrio entre el destino de las personas.

De vuelta en su taller, la artesana continuó creando prendas, pero esta vez con un nuevo propósito: recordar a todos que somos parte de la gran telaraña de la vida, conectados con la naturaleza y con el universo mismo. Sus creaciones se convirtieron en un símbolo de la armonía y la sabiduría de la tierra, invitando a cada persona a encontrar su propio camino en sintonía con el planeta.

Algunas de sus creaciones aún existen, a pesar de los años. De ellas se dice que, si las encuentras y escuchas con atención, oirás el susurro de las hojas y el canto de las aves, como una invitación para dejar que la magia de la naturaleza guíe el hilo de tu propio destino.

Proceso

En Loona, nos enorgullece presentar nuestra Colaboración 38 con Electric Feathers, una marca que presenta diseños que son a la vez funcionales y atemporales.

Fundada por Leana Zuniga, quien creció apreciando el proceso de crear algo de la nada junto a su abuelita costurera, Electric Feathers se inspira en la vida misma y en la esencia de los sentimientos que busca recrear o celebrar.

Nuestra Colaboración con Electric Feathers es una exploración de la versatilidad y la atemporalidad, con piezas conceptuales de cuerda infinita que se transforman y envuelven para adaptarse al cuerpo, invitando a quien las usa a participar y a engancharse con su imaginación ante las infinitas posibilidades.

Las siluetas escultóricas se han convertido en básicos modernos, ideales para viajar, ya que pueden usarse como vestidos o faldas, de día a noche y son aptas para cualquier temporada.

Con una estética vanguardista que evoca la era de Maya Deren, Jean Cocteau, Man Ray y los Ballets Rusos, las piezas de la marca resultan atemporales y llevan el toque personal de quienes las crean. La inspiración surge de recuerdos de tiempos, lugares y movimientos musicales que Leana ha experimentado, así como de la emoción que desea transmitir a través de sus diseños.

Muchas de las telas naturales cuidadosamente seleccionadas son sedas crudas raras, sedas metálicas, sedas de paz, khadi, tussah y algodones tejidos a mano. Todas hechas localmente con amor y cuidado por sus socios. En un mundo cada vez más desechable, cada pieza de Electric Feathers es un tesoro único, diseñado para ser codiciado y conservado.

Para crear, Leana necesita una combinación de silencio, meditación, música y desconexión, elementos que le permiten sumergirse en su proceso creativo. Como afirma, «sospecho que la gente querrá más piezas con un trazo de mano humana, que el alma personal de alguien tocó y cuidó la tela u objeto, que hay una conciencia, más que solo una máquina».

Durante 15 años, la marca se ha mantenido fiel a sus valores, sin comprometer la calidad de sus telas ni contribuir al inmenso desperdicio de la industria. De este modo, trabajan con telas de stock muerto y apoyan a fabricantes que utilizan procesos naturales, como el khadi y la seda de paz (la que se procesa sin matar al gusano), para buscar innovaciones que reciclen tejidos naturales de una mejor manera.

Para Leana, lo más importante en el diseño sustentable es «mantenerse fiel a los valores a toda costa, en las buenas y en las malas». Esto implica trabajar con personas cuyos valores estén alineados y que se preocupen genuinamente por las personas y el proyecto.

En un mundo donde todo lo que hacemos debe estar al servicio de la vida, Electric Feathers se esfuerza por crear con respeto y conciencia del regalo que se nos ha dado. Como dice Leana, «creo que somos nuestro propio jurado y todo lo que hacemos tiene su propia consecuencia».

Y eso es exactamente lo que encontrarás en las piezas que traemos a México: diseños fuertes, casuales y para guardar siempre, creados con conciencia y respeto por las personas y el planeta. Estas piezas reflejan la filosofía de la marca  y su compromiso con la sustentabilidad y la expresión personal.

En palabras de la fundadora, «antes de que la palabra ‘sustentable’ se volviera común, era el protocolo. Estamos emocionados de compartir esta filosofía y estas creaciones únicas con nuestra comunidad en México, y de seguir impulsando juntos un futuro más consciente y responsable en la moda y el arte.”

En Electric Feathers, la mayor inspiración es «trascender continuamente, amar incondicionalmente, mantener nuestra fe en la humanidad y la autoexpresión». Y es precisamente eso lo que buscamos transmitir a través de esta colaboración: piezas que celebren la individualidad, la artesanía y el amor por el planeta y las personas.

Con esta Colaboración buscamos invitarlos a valorar la moda consciente y a hacer elecciones que reflejen nuestros valores y nuestra responsabilidad hacia el mundo que nos rodea. Porque, como dice Leana, «todo lo que hacemos tiene su propia consecuencia», y juntos podemos crear un impacto positivo. Un diseño a la vez.