Pasión material

Yo, Luna, quiero contarte sobre una noche en la que mi luz iluminó un descubrimiento extraordinario.

En un pequeño pueblo costero, una pareja de artesanos trabajaba arduamente en su taller. Los había observado durante meses, fascinada por su dedicación a las antiguas artes textiles. Esa noche, sin embargo, algo cambió.

La mujer, de cabellos plateados como mi resplandor, desenterró un viejo libro de un baúl. Su compañero, con ojos brillantes de emoción, se acercó a ella. Juntos, hojearon las páginas amarillentas, susurrando con asombro.

Me acerqué más, curiosa por su descubrimiento. El libro contenía secretos olvidados de tintes naturales, técnicas ancestrales que se creían perdidas en el tiempo. La pareja de artesanos se miró emocionada.

Los observé noche tras noche mientras experimentaban. Recolectaban lana de ovejas y alpacas criadas éticamente, separaban cuidadosamente fibras de lino y algodón orgánico. Sus manos trabajaban con destreza para crear tejidos que parecían cobrar vida bajo mi luz.

Los vi teñir las telas con amor. Los colores que emergían eran profundos y ricos: azules marinos intensos, negros y grises que me recordaban a mis propios tonos nocturnos.

Una noche, la dupla de artesanos tomó lana vieja y le dio color. Al teñirla, todo cambió ante sus ojos y apareció un tono que parecía capturar la esencia de varias estaciones.

Los vi sonreír, mientras se abrazaban en silencio. Habían creado una lana reciclada que no se parecía en nada a ninguna otra fibra. Era un material mágico.

Pronto, el taller se llenó de prendas que parecían destinadas a perdurar por décadas. Cada pieza contaba una historia: la de animales cuidados con respeto, la de tierras cultivadas con cuidado, la de artesanos trabajando con pasión.

La pareja trabajaba en armonía con la naturaleza, honrando los ciclos de la Tierra y mis fases, creando prendas que, como les oí decir, «pueden usarse sin esfuerzo durante los próximos 20 inviernos».

Yo, Luna, sonreí al ver cómo este antiguo arte renacía con un propósito renovado. Pues en cada prenda creada, en cada material, brillaba una promesa: la de un futuro donde la creatividad humana y la sabiduría de la Tierra se entrelazaban en perfecta armonía.

Y así, noche tras noche, sigo iluminando su taller, testigo silenciosa de cómo estos guardianes continúan sueños con hilos llenos de conciencia.

Proceso

En Loona hemos invitado nuevamente a Sono para demostrar que el estilo y la responsabilidad ambiental pueden coexistir en perfecta armonía.

Esta nueva Colaboración, que presenta la colección Otoño-Invierno 2024 de la marca independiente británica, es un ejemplo de que, más que una tendencia pasajera, la moda consciente es un compromiso duradero con nuestro planeta y nuestro futuro.

Fundada en 2004 por Stephanie Oberg y Simon Homes, Sono se ha convertido en un referente de la moda ética y sustentable. Su filosofía, arraigada en la creación de prendas duraderas y atemporales, se alinea perfectamente con la visión de Loona.

«Son piezas para toda la vida», afirma Simon Homes, una declaración que resume la esencia de esta Colaboración y que resuena con fuerza en un mundo que necesita urgentemente de un consumo más responsable.

En la colección AW 24, cada prenda ha sido concebida con un propósito claro: ofrecer estilo, comodidad y durabilidad, sin comprometer los valores ambientales. Desde pantalones sofisticados hasta abrigos acogedores, cada pieza cuenta una historia de innovación y respeto por el planeta.

Los materiales seleccionados también reflejan el compromiso de la firma con la sustentabilidad. La lana veneciana, el algodón orgánico, el lino y la lana merino orgánica son solo algunas de las materias primas cuidadosamente elegidas que componen esta línea.

Otro aspecto que destacamos de esta Colaboración es el enfoque de Sono en la transparencia y la trazabilidad. Cada prenda viene con información detallada sobre su origen, proceso de fabricación y certificaciones. Los tejidos son teñidos según el estándar Oekotex 100, lo que garantiza que sean libres de químicos nocivos y de bajo impacto ambiental. Incluso los botones, tallados en nuez de corozo, son un ejemplo del cuidado por los detalles y el compromiso con materiales sostenibles.

La colección abarca una gama de prendas que van desde básicos esenciales hasta abrigos. Lo que las une a todas es el compromiso de sus creadores con procesos de producción éticos y sustentables. Por ejemplo, la lana y la alpaca provienen de animales criados éticamente, con certificación GOTS, y el proceso de pastoreo regenerativo holístico empleado no solo protege los pastos, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de carbono y fomenta la biodiversidad.

Un elemento innovador en esta colección es el uso de lana reciclada. Este proceso implica lavar, triturar, volver a hilar y teñir lana vieja y no deseada, dándole una nueva vida y reduciendo significativamente el desperdicio textil. Es un ejemplo perfecto de cómo la moda puede adoptar principios de economía circular sin sacrificar el estilo o la calidad.

Nuestra Colaboración con Sono —la 40 de nuestra plataforma y la séptima que realizamos con ellos— va más allá de la simple presentación de una colección de moda. Representa un llamado a la acción para la industria y los consumidores.

Como han expresado Stephanie y Simon anteriormente: «Deseamos que las personas comiencen a amar la ropa por más tiempo, que ganen confianza en la forma en la que lucen y que pierdan la constante necesidad de consumir más.»

Esta colección representa también una invitación a repensar nuestros hábitos de consumo. Cada pieza ha sido diseñada para perdurar, tanto en estilo como en calidad, lo que permite a los consumidores construir un guardarropa atemporal y sustentable. Como afirman: «No diseñamos solo para esta temporada: estas prendas pueden usarse sin esfuerzo durante los próximos 20 inviernos.»

El proceso creativo de la marca, descrito por ellos mismos como «un equilibrio entre un diseño minimalista experimentado y un proceso de toma de decisiones intuitivo y apasionado, dentro de un límite ético y ecológico», se refleja claramente en cada pieza de esta colección.

Las siluetas son a la vez contemporáneas y clásicas, diseñadas para trascender las tendencias pasajeras y convertirse en piezas atemporales en cualquier guardarropa.

Los colores elegidos en esta ocasión también hablan de este enfoque atemporal. Tonos profundos como el azul marino y el negro se combinan con grises cálidos y rayas sutiles, para crear una paleta versátil que se puede llevar temporada tras temporada.

La atención al detalle también es notable en elementos como la costura y los botones. Los tejidos de punto, por ejemplo, son realizados por un equipo de expertas tejedoras en Kent, lo que también apoya a las comunidades locales y preserva técnicas artesanales tradicionales.

Además de adquirir prendas de alta calidad, al elegir una pieza de esta colección, te estás uniendo a un movimiento más amplio hacia una moda más responsable y consciente. Como Sono ha expresado: «La ecología y la sustentabilidad se usan una y otra vez para obtener ganancias financieras, pero no podemos escapar de la crisis climática. Tenemos que consumir de manera más responsable, comprando solo lo que realmente amamos y nos apasiona.»

En un mundo donde la moda rápida ha dominado, Colaboraciones como esta demuestran que es posible crear prendas hermosas y funcionales sin comprometer la ética.

Es un recordatorio de que la verdadera elegancia radica en la consciencia y el respeto por nuestro planeta. A través de esta Colaboración, los invitamos a ser parte de un futuro de la moda más brillante y más sustentable. Sean bienvenidos.