La ecoansiedad es muy real, por eso compartimos las historias más alentadoras del año para demostrar que aún hay esperanza para nuestro clima.
¿Compartes nuestra ansiedad por el estado del planeta? Como periodistas ambientales, estamos muy familiarizados con lo que se siente la ansiedad climática, el pesimismo ecológico e incluso el temor existencial ambiental.
Todos estos términos describen lo mismo: sentimientos negativos como el estrés, el miedo, la ira o la tristeza que surgen cuando nos enfrentamos a la realidad de un planeta que se calienta. Con historias casi diarias de vidas perdidas o destruidas por fenómenos meteorológicos extremos, es difícil escapar de las consecuencias del cambio climático.





